Hoy parecía ser tan solo otro día en el bosque Dormía en la guarida junto a los otros lobos Cuando de pronto al ruido de un gruñido abrí los ojos El viejo lobo guía escudriñaba el horizonte Fue así que en la distancia vimos la jauría Cien perros que al olernos comenzaron a ladrar Al ruido del fusil se nos fueron encima Y el cazador cargaba y no paraba de gritar Batida, batida contra todos los lobos Lobos que no resisto, lobos que no soporto Salvajes indomables libres de hacer a su antojo Que en lo oscuro del bosque ven sus ojos El que me saltó encima no tuvo mucha suerte Calló justo a mis dientes y corté su yugular Vi dos lobatos muertos mientras pretendía escapar Estaban aún ciegos a la hora de su muerte Y el viejo lobo guía también morirá Tiene una herida abierta y ha perdido mucha sangre Pelea con tres perros que pronto lo matarán El cazador los incita con su grito incesante Batida, batida contra todos los lobos Lobos que no resisto, lobos que no soporto Salvajes indomables libres de hacer a su antojo Que en lo oscuro del bosque ven sus ojos Salí corriendo tan veloz como daban mis patas Me perseguían los perros algunos metros detrás El cazador me divisó y ya se le ve la risa Y la mano infalible perfiló hacia mi su arma El primer tiro me desgarró la nuca Y al ver que aún corría se le oyó refunfuñar No te vas a escapar y de nuevo me apunta Dispara pero esta vez no me da Batida, batida contra todos los lobos Lobos que no resisto, lobos que no soporto Salvajes indomables libres de hacer a su antojo Que en lo oscuro del bosque ven sus ojos Escapé a la batida me oculté en un bosque extraño Hoy tuve mucha suerte de milagro me salvé Quedé sobre la nieve casi muerto mucho tiempo y me quedó una cicatriz del balazo en el cuello Más no ha acabado la batida y no duermen los perros Siguen muriendo lobos por aquí y por allá Hermanos no permitan que les desgarren la piel Defiéndanse antes de que mueran a manos de el Batida, batida contra todos los lobos Lobos que no resisto, lobos que no soporto Salvajes indomables libres de hacer a su antojo Que en lo oscuro del bosque ven sus ojos
© Ciro Diaz Penedo. Traducción, 2008
© Ciro Diaz Penedo. Canto, 2008