Levemente borracho,
Me interne en el bosque,
No cansado, aun
Cante a la salud, -
Y pude cantar
Canciones absurdas:
“Como os ame,
Ojos negros...”
Ora se arrastraban, ora galopaban,
ora iban a trote cochinero
Y, barro pantanoso
el caballo me lanzo al rostro,
Solo que yo tragare junto
con el barro saliva
Retorceré el cuello
de la botella y reanudare:
“Ojos negros,
Como os ame”...
Pero termine yo
Las provisiones
Sacudí la cabeza
Para que desapareciera la extravagancia
Mire alrededor -
Y silbe, aj!
El bosque tiene una pared por delante - la pared no permite el paso
Los caballos mueven sus orejas hacia atrás - retroceden.
Donde esta el espacio vacío, donde esta el claro - no se ve nada.
Me clavan las espinas: llegan hasta los huesos.
¡Querido mío!
¡Ayúdame, hermano!
¿Donde vas, entrañable amigo?
¿Porque hacia atrás?
La lluvia cae como veneno desde las ramas.
Impregnando de mal olor.
Como refuerzo mío
El lobo se sumerge bajo la ingle.
¡He aquí, pues, a un estupido borracho!
¡He aquí, pues, los ojos inundados de lagrimas!
He aquí mi muerte y no puedo hechar a correr
De mi baraja sacan la carta, tal carta si la cual: ¡la muerte!
Y yo grito a los lobos:
“¡Que se los lleve el diablo!”
Y el miedo hace
Presa de mis caballos
Restallo con el látigo
Golpeo torcidamente
Y, además canto
“Ojos negros”.
Resoplido, pataleos, castañeteos, audaz pereplias,
Los cascabeles juegan bailando desde el arco.
¡Aj! caballos míos, os haré perder!
¡Aguanten, amigos! ¡Aguanten, enemigos!
Después de esta corrida,
La borrachera desapareció.
Estamos en un vacío vertiginoso,
Solo en los ejes,
En los copos de espuma - vertimos
Un chorro al vació,
Respiramos hondo, carraspeamos,
Tosimos.
A los potros embrutecidos,
que no fueron guiados.
Me incline hacia los cascos,
hasta la misma tierra.
Lance monedas desde
la carreta, y agradecí:
Gracias a dios, Uds.,
caballos, que sigo completo.
¡Todo desapareció!
¡Todo se sumergió!
La vida quiso deshacerse de mi,
No lo logro...
Tal vez no he podido
Cantar por ustedes.
¡Ojos negros!
¡Mantel blanco!
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