A lo largo de la cornisa del abismo, en su mismo borde,
Azoto a mis caballos, instándoles a avanzar...
Perdiendo el aliento, me bebo el viento, trago la niebla,
Siento con un éxtasis maldito que estoy acabado, acabado!
No corráis tanto, mis caballos, deteneos!
No escuchéis al látigo certero!
Pero tengo unos caballos fastidiosos -
No terminé de vivir, y ahora mi canción se ha cortado a la mitad.
Dejaré a mis caballos beber, terminaré mi verso -
por un momento, al menos, estaré de pie en el borde...
Cuando ya no esté - el huracán me barrerá, como a una mota de nieve fuera de la palma,
Y los caballos arrastrarán mi trineo a toda velocidad a través de la nieve esa mañana,
moderad vuestro paso, mis caballos -
No terminé de vivir, y ahora mi canción se ha cortado a la mitad.
No corráis tanto, mis caballos, deteneos!
No escuchéis al látigo certero!
Pero tengo unos caballos fastidiosos -
No terminé de vivir, y ahora mi canción se ha cortado a la mitad.
Dejaré a mis caballos beber, terminaré mi verso -
por un momento, al menos, estaré de pie en el borde...
Hemos venido a tiempo: no se puede llegar tarde para Dios, -
¿Por que esos ángeles cantan con tanta rabia?
¿O es una campanilla que se volvió átona de llorar?
¡¿O soy yo, llorando por los caballos por tener que llevar mi trineo tan rápido?!
No corráis tanto, mis caballos, deteneos!
Os lo ruego, no os destrocéis en este trote loco!
Pero tengo unos caballos fastidiosos -
No viví lo suficiente, al menos debo terminar mi canción!
Dejaré a mis caballos beber, terminaré mi verso -
por un momento, al menos, estaré de pie en el borde...
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