Aquel día al capitán lo trataron de «tú»
El, patrón y el grumete se igualaron en talento.
Enderezando las columnas y sacándose las jinetas
Se encolerizaron los marineros con los obenques.
Las puertas de nuestro cerebro
se nivelaron con los lazos.
En el espejismo de las costas,
Los cobijaron las tierras
De estos promisorios deseados
Estos Colón y Magallanes.
Solo yo no puedo ver las
Costas y la tierra
Al zarpar, 9 nudos
Encalle con el agua hasta el cuello
Y todos los jóvenes tienen
Una meta positiva
Y a fin de cuentas
Yo mismo encalle.
Y partieron los barcos - mis hermanos, mi flota,
Los sensibles - tragaron gotas de agua.
Sin mi prosiguió la gran cruzada,
Me hicieron señas con su velas.
Y el tiempo y el acontecimiento,
Inclinándose sin dios.
Mis retoños me relegaron
A un montón.
Desde los sloops dos salvas y -
Ya una de colon y otra de Magallanes.
Yo bebo espuma - la ola
No alcanza mi boca
Y desde la cubierta hasta el rondo,
Desnudaron la borda.
Y mis costados están sucios
Por aquí y por allá.
Así refocílense
En mis llagas y heridas.
e aquí los agujeran a mis costados - son huellas del peso.
aquí las cicatrices de los espolones e incluso
Se parecían los rasguños de los ganchos de algún pirata.
Me golpeo la borda en el abordaje, la quilla.
Como un puente desigual
Y viejo de una guitarra
La panza ha sido destruida
Por un arrecife de coral.
Me ahogo, me pudro - así sucede -
Incluso lo solado se pudre.
Los vientos beben
mi sangre y a través
De las ranuras soplan desde
la popa hasta el alcázar -
Los vientos me acaban permanezco
a merced de ellos día tras día
Los clavos ensartan
en el alma los vientos.
Y parrandero extravagante, salpican el barro hacia arriba.
Estos vientos - invitados de piedra.
Ahogarse con ellos en mis bodegas de vino.
Arrancarme la arena malévolamente,
Yo creí en esto,
Como fiera perseguida.
Pero los vientos malignos
No me son necesarios ahora,
Mis mástiles son como brazos caídos.
Las velas, literalmente, senos de vieja...
Será la séptima maravilla -
y un buen oleaje
Bañara mi cuerpo
con agua viva
Los mares, rosa bendita,
de mi lavaran el «Tabú».
Me hinchara las venas,
Literalmente venas el la frente.
Alcanzare a los míos les alcanzare y pediré
Recordar la armada olvidada...
Traeré a mi tripulación de regreso
Ya que no guardo rencor a mi tripulación.
Solo que parece no haber
lugar en la fila...
- Que mala broma corbeta.
Apretújense, me meto.
- Pero como. - Yo soy vuestro hermano
estoy en desgracia.
Fragata, a todos
nos basta el agua.
- ¿Hasta donde habéis llegado?
¿No es mejor que me vaya?
¿Si estoy encallado
ya no hay mas camino?
¡Enderecen las filas!
Todos nosotros somos barcos,
todos nos basta el agua.
todos nos basta la tierra -
Esta Promisoria, deseada
De colon y de Magallanes.
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