¿Dónde están tus diecisiete años?
- ¡En la calle grande de las Carretas!
Y, ¿dónde tus diecisiete penas?
- ¡En la calle grande de las Carretas!
Y, ¿dónde está tu pistola negra?
- ¡En la calle grande de las Carretas!
Y, ¿dónde es que no estás hoy?
- ¡En la calle grande de las Carretas!
¿Te acuerdas, camarada, de aquella casa?
No, ¡no podrás olvidarla!
Y diré más: la mitad de la vida habrá vivido en vano
aquél que en por la calle grande de las Carretas no haya pasado.
Y es que:
¿Dónde están tus diecisiete años?
- ¡En la calle grande de las Carretas!
Y, ¿dónde tus diecisiete penas?
- ¡En la calle grande de las Carretas!
Y, ¿dónde está tu pistola negra?
- ¡En la calle grande de las Carretas!
Y, ¿dónde es que no estás hoy?
- ¡En la calle grande de las Carretas!
Ahora ya hasta el nombre se lo han cambiado
y todo es diferente allí, lo creas o no.
Y da igual dónde hayas estado, por dónde habrás de errar
pero por la calle Carretas volverás a pasar.
Y es que:
¿Dónde están tus diecisiete años?
- ¡En la calle grande de las Carretas!
Y, ¿dónde tus diecisiete penas?
- ¡En la calle grande de las Carretas!
Y, ¿dónde está tu pistola negra?
- ¡En la calle grande de las Carretas!
Y, ¿dónde es que no estás hoy?
- ¡En la calle grande de las Carretas!
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