Yo explico sólo una insignificancia en el verso
Todo me esta permitido....
Yo era un embrión, como es necesario, en el pecado
Sudando y nervioso en la noche de bodas.
Yo sabía que, arrancando de la tierra
Mientras más altos, mas rígido e inflexible
Yo caminaba tranquila
Y directamente a Rey.
Yo sabía que todo seria como yo deseaba
Yo nunca salí perdiendo ni perjudicado,
Mis amigos de escuela y espada
Me sirvieron, como sus padres a la corona
Yo no he pensado lo que estoy hablando,
Y con frivolidad lance las palabras al viento
Me creyeron todo, tal cual estoy hablando.
Todos los hijos de altos dignatarios.
Nos asustaron los guardias nocturnos
El tiempo sufría viruelas con nosotros
Yo dormía sobre cueros, comía carne con cuchillo
Y hostigaba all caballo encabritado con los estribos.
Yo sabia que me iban a decir: «Reina»
El destino me marco un estigma de nacimiento en la frente
Y yo me emborrachaba entre los arneses marcados
Fui considerado con la violencia de las palabras y los libros.
Yo puré sonreírme solamente con la boca,
Y la Mirada secreta cuando es malvada y amarga.
Pude ocultar, cómo bufón educado,
El bufón esta muerto ahora: ¡Amen! ¡Pobre Yorik!
Pero me negué a la repartición
De grados, botines, Gloria, privilegios:
De pronto sentí una
Pena por mi paje Muerto
Yo me aventure a fugas inmaduras. Yo ol vide la pasión por la caza,
Odie a los corceles fogosos y a los galgos.
Y por las presas de caza, heche los caballos al olvido
Y con el lazo golpee a los perdigueros y cazadores.
Yo vi que nuestros juegos, día con día
Cada vez más se acercaban a la arbitrariedad.
En las aguas corrientes, por las noches, secretamente,
Me despojaba de la porquería cotidiana.
Yo dejaba pasar, estúpidamente, día con día.
Yo dejaba pasar las intrigas domesticas.
No me gustaba mi siglo y la gente que
Lo vivía, no me gustaba, y me enfrasque en los libros.
Mi cerebro estaba ávido de conocimientos, como araña,
Todo le era accesible: la inmovilidad y el movimiento.
Solo que no tiene justificación el pensamiento y la ciencia
Cuando los encuentras por todas partes.
Con los amigos de la infancia se corto el hilo,
El hilo de Ariadna resulto un esquema.
Me rompía la cabeza con las palabras: «Ser o no ser».
Como con un dilema sin solución.
Pero eternamente, el mar salpica desgracias,
En el con flecha y hacha - mijo cernido.
Cerniendo la respuesta fantasmagórica
De lo extravagante de esta pregunta.
La llamada de los antepasados se escucha a través del ruido sordo o ahogado
Acudí al llamado, las dudas se multiplicaron desde el pasado
La carga de pesados pensamientos me impulsó hacia arriba
Y las alas de la carne me atrajeron hacia abajo, hacia la tumba.
Los días se me unieron en una sólida mancomunen
Casi solidificado, el comenzó a dispersarse.
Yo derrame sangre, como todos, y como ellos
No pude negarme a la venganza.
Y si ascenso antes de la muerte es una caída:
¡Ofelia! Yo no acepto la corrupción.
Pero me puse a mano con el asesinato
Con lo que, con el que yo yací en la misma tierra.
Yo Hamlet, despreciaba la violencia,
Miraba a menos la corona Danesa
Y a sus ojos - por el trono me rompí la garganta
Y mate mi rival en el trono.
Pero un embate es similar al delirio,
La mira con el rabillo del ojo al nacimiento.
Y todos tenemos una respuesta insidiosa
Y no encontramos la pregunta adecuada.
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