Por la Madrecita-Volga, por el rio que da el bocado
Van los barcos con el comercio, lanchas y galeones.
Ni sobrecargada, ni está cansada -
La carga no es pesada con los barcos propios.
Navegando hacia abajo,
paso por el torrente
Y miro por la derecha
a la costa aplanada.
Allá la caña se mueve
y por la mitad se quiebra,
A la derecha es llano,
a la izquierda - se levanta.
Volga escucho los cantos, más fuerte que “Dubinushka”,
Sus aguas traspasaron las balas enemigas.
Y fluyo nuestra sangre por la Volga-madrecita
Y se convertía en la espuma roja en las orillas.
A las aguas dulces caían
las lágrimas graves.
Las costas empinadas,
las orillas planas,
Lloraban pisadas por
las pezuñas afiladas,
Pero las olas les
lamieron las heridas malas.
Algo les paso, ciudades antiguas -
Donde hay las paredes viejas y las colinas amuralladas,
Como si se despertaron los caballeros épicos
Y un número incalculable, del suelo se levantaron.
Remando con sus "patas",
los barcos no descansan,
Tiran de las barcazas desde
el Caspio, tiran se esfuerzan,
Tiran, sin atrás voltearse,
y por muchas millas
Tras las costas empinadas
siguen las planicies.
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