A Larisa Luzhina
Tal vez me padecí. Cerré los ojos y vi. Tal vez me padecí: luego que pena me sentí - ¡Ella me sobrepasó! Ella estuvo en París, Y ayer me enteré que no solamente por allí. ¡Que buenas canciones le cante sobre el Norte lejano! Pensaba: un poco más y vamos a tutear. Pero yo cante en vano sobre las zonas neutrales - Realmente le vale madres que flores hay allá. Entonces cante más - pensé es más preciso - Sobre la tierra sureña y sobre los que tuvo en el pasado. ¡Pero acaso le importo! Se movía en el círculo parisino. Y el mismo Marcel Marceau le platicaba algo. Yo abandoné mi fábrica, aunque no tuve razones, Estudie los diccionarios a la conciencia y a mí riesgo, ¡Pero que le importa eso! Ella ya está en Varsovia, De nuevo conversamos en idiomas diferentes. Cuando vendrá, le diré en polaco: "¡Proshe pani, Acéptame como soy, no voy a cantar más!" ¡Pero acaso le importo! Ella está en tierra iraní, - Yo entendí - por supuesto no la voy a alcanzar. Pues ella está hoy aquí, mañana está en Noruega - ¡Si soy un desastre y que contrariedad! Quien estuvo con ella antes, y quien estará luego, Que hagan el intento. Mejor me voy a esperar.
© ?. Traducción, 2016