Marinka, oye, querida, Marinka,
Eres mi gotita de sangre y mi media-naranjita, -
Pues si dividirte, será un rublo por cien -
¡La segunda no haría nada bien!
Marinka, oye, querida Marinka,
Eres bella como el dibujo de una niñita.
¿Alguien me dirá - qué hay allá?
¡Tú, tan solo tú, tú puedes - y nadie más!
Marinka, oye, querida Marinka,
Estás lejana como en un cuento de Maeterlinck,
Tu eres mi ave azul en la lejanía -
¡Lo malo, es que la encontraron en el paraíso!
Marinka, oye, querida Marinka,
Misteriosa como las ruinas de los incas,
Ven conmigo! A alguna parte nos iremos, -
¡Me da igual a donde, pero lo encontraremos!
El poeta y la palabra por siglos no se envejecen -
Dijo "Rusia, Lete, Lorelei",
Rusia y Lete están en los mismos sueños.
¡Pues, Lorelei no es real. Pero tú, sí lo eres!
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