Te amo ahora,
y no lo disfrazo, sino que lo ostento.
Ni «después» ni «antes» en tu lucir me quemo.
A lágrima viva o riéndome, pero ahora te amo.
Nada sé del futuro, no deseo amarte en el pasado.
En el pasado «yo amé»
me apena más que una fosa,
Todo lo tierno que está en mí lo traba y desala.
Con todo eso, dijo un poeta ruso más famoso,
«Yo la amé, mi amor tal vez no haya terminado».
Eso se dice de lo abandonado y desflorecido,
Cuando se muestran indulgentes y compadecen,
Y lamentan la aspiración pasada y perdida,
Y hacia «yo te amo» desconfianza sienten.
Te amo hoy y aquí,
sin pérdidas ni manchas,
Mi siglo está ahora en el transcurso de su tiempo.
Mi temporada es hoy día, ¡no abriré mis venas!
No ansío el futuro ni con lo que pasó aliento.
Iré a verte hasta
encadenado y a nado,
Con pesos en los pies, descabezado.
Cuando te diga «yo te amo», por equivocarte
No me obligues a agregar «y voy a amarte».
Hay mucha amargura en ese «voy a amarte»,
Una falsificada firma, un acceso puesto aparte,
Un veneno. Y como a lo verdadero una bofetada,
Hay dudas de que ahora seas mi amada.
Abundan en tiempos
mis sueños franceses,
Do el pasado y el futuro son muy diferentes.
En la picota me han puesto y clavado,
A la barrera lingüística me han llamado.
¡Causa fracasos
la diferencia de lenguas!
Mas juntos encontraremos la salida.
¡Te amo en cualesquiera tiempos,
En el futuro y en el pasado que se ha ido!
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