Tengo una guitarra itumben las paredes! i Por culpa de mi mala suerte no estoy libre! ¡Degüéllenme, córtenme las venas, pero no rompan sus cuerdas de plata! Escarbo en la tierra, desaparezco al instante, ¿quién va a cuidar mi juventud? iViólenme el alma, háganla trizas, pero no rompan sus cuerdas de plata! Mas, se llevaron mi guitarra y la libertad con ella. Me emperraba y gritaba: ¡Canallas, puercos! Pisotéenme en el fango, arrójenme al agua pero no rompan sus cuerdas de plata! ¿Qué es esto, hermanitos míos? ¿Acaso no vaya ver ni un diíta claro ni una noche sin luna? iMe mataron el alma, me privaron de la libertad y ahora sus cuerdas de plata me rompieron.
© Juan Lius Hernández Milían. Traducción, 2009