Cuando en los versos ando a tropezones,
cuando no estoy para métricas y timas,
entonces canto a mis amigos sobre los marinos,
aferrado a la guitarra hasta dolerme los dedos.
En tierra todos mis actos contrarían
y a todos mis desvelos llevan la contraria en tierra.
Marinos, en un bote vengan a buscarme
y acerque ruñe en el remo una copa de vodka.
Por el mar cualquier criatura puede navegar,
uno puede evitar bajo las hélices caer;
más, aquí, en tierra, quien a tu encuentro viene a pie,
te da un pisotón, te empuja y echa a correr.
En tierra todos mis actos contrarían
y a todos mis desvelos llevan la contraria en tierra,
Marinos, llévenme al mar,
¡del barco quitaré todas las guardias!
Sabemos que el mundo no está sobre tres ballenas
y sé que no se divide en tres.
Les prohíben tomarse libertades en un puerto ajeno
y yo olvidé cómo tomarme libertades en los míos.
En tierra todos mis actos contrarían
y a todos mis desvelos llevan la contraria en tierra.
Marinos, en un bote vengan a buscarme
y acérquenme en el remo una jarra de ron.
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