Vaya día: calor sin deshielo,
se resisten los elementos.
Pues yo, como suelo hacerlo,
trataré de engendrar unos versos.
En el pecho, tres mil pulsaciones.
Me asfixia la borrachera...
¡Café turco: ya van seis tazones!
¡Café negro de sobra me altera!
¡No aconsejo tomar tanto!
¡Ni aconsejo amar tampoco!
Un amigo, que es un encanto,
os dirá que vivir es de locos.
No, no es malo vivir, en serio:
¡bebe, sufre, ama, recela,
huye de la miseria,
respira la vida, cántala, bébela!
Y si no, no te das ni cuenta,
de la Parca nunca te salvas.
Aunque llores o te arrepientas,
¡pronto irás a criar malvas!
Has de decir, al echar la cuenta
de todo lo que has recorrido:
«¡A pesar de los celos, he vivido contento,
he bebido, he amado, he sufrido!».
¡Es mucho más rica la naturaleza!
¡Qué día! ¿Qué rima es esta?
De nuevo lo he escrito todo al revés.
Me da igual. No soy poeta.
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