Los barcos descansan y retoman el rumbo,
pero vuelven aquí, aunque haya tormentas...
También regresaré medio año después,
para irme otra vez por seis meses.
Todos vuelven, excepto los mejores amigos,
las más fieles, las más queridas mujeres.
Todos vuelven, excepto los imprescindibles:
no me fío del sino, de mí mismo, aún menos.
Pero quiero creer que eso no es así,
que quemar los navios se pasará de moda.
También regresaré, con mi gente y feliz,
pronto os cantaré, no hay duda.
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