La barriga de un delfín
por las aspas desgarrada.
Un tiro en la espalda,
sorpresa para muchos.
El escuadrón
ya no tiene cartuchos.
Un buen acelerón
te salva en la virada.
¡La vela! ¡La ha roto el viento!
¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento!
Puede que un piquete
no encuentre al rival.
El dolor de piernas
es algo normal.
Las bisagras de las puertas
a muchos les chirrían, les ladcaíi:
¿Quiénes sois?
¡No os esperaban!
La vela! ¡La ha roto el viento!
Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento!
¡Viva muchos años
quien canta entre sueños!
Que tome un reposo
la rosa de los vientos.
Los cinco continentes
que los devore el fuego.
A mí me da igual,
¡así no juego!
¡La vela! ¡La ha roto el viento!
¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo sientol
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