La barriga de un delfín por las aspas desgarrada. Un tiro en la espalda, sorpresa para muchos. El escuadrón ya no tiene cartuchos. Un buen acelerón te salva en la virada. ¡La vela! ¡La ha roto el viento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! Puede que un piquete no encuentre al rival. El dolor de piernas es algo normal. Las bisagras de las puertas a muchos les chirrían, les ladcaíi: ¿Quiénes sois? ¡No os esperaban! La vela! ¡La ha roto el viento! Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Viva muchos años quien canta entre sueños! Que tome un reposo la rosa de los vientos. Los cinco continentes que los devore el fuego. A mí me da igual, ¡así no juego! ¡La vela! ¡La ha roto el viento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo sientol
© Oleg Shatrov. Traducción, 2012