¡¿Quién ha dicho que todo es ceniza,
que la Tierra semillas no acepta?!
La Tierra se ha muerto, ¿quién lo dice?
No, tan solo espera quieta.
No pueden robarle la fecundidad,
no se la quitarán, no hay manera.
¿Han quemado la Tierra? No es verdad.
De tanto dolor se ha vuelto negra.
Parecen cortes las trincheras,
los boquetes heridas son.
Los nervios desnudos de la Tierra
conocen un pétreo dolor.
Puede aguantar y aguanta:
no lo dudes, la Tierra es fuerte.
¡¿Quién ha dicho que ya no canta,
que va a callar siempre?!
Tintinea, silenciando las quejas,
a través de sus llagas abiertas;
si la tierra es alma nuestra,
¡no la pueden aplastar las suelas!
¿Han quemado la Tierra? No es verdad.
No, tan solo espera quieta...
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